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Este blog será de naturaleza, de fauna y flora, de turismo, de pesca en la Patagonia, de geografía, de historia magallánica, de ecología, de agricultura orgánica, de conservasionismo, de islas y archipiélagos, de vida al aire libre, de excursionismo, de avistamiento de aves, de avistamiento de mamiferos marinos desde un punto de vista no gubernamental. Mi deseo es renovar el blog una vez a la semana o cuando sea necesario con noticias y comentarios de la Patagonia.

jueves, 27 de marzo de 2008

Mi gata Colorina

"La gata de Lalo", así decía la Pati. "Ahora, a mí no pesca, solo al papá", decía la Moni. Yo ni hice nada por tener una gata que me quería. Ella me buscó a mí. Yo solo tenía el encargo de Moni de "cuídame a mi guatoncita". Y yo la cuidé desde chiquitita y hasta su fin.
Cuando nació, de su madre la gata Cita que era hasta entonces la gata que se me acercaba y marcaba territorio, yo no tenía ningún interés en ser el elegido. Pero la Moni me la mostró y me dije "Así que todos los gatos son negros y feos, mira a esta guatoncita" y también me mostró a otro que era bonito y que posteriormente se llamaría Negrito, los otros eran Cito y los Nachos que posteriormente se transformaron Nachos y la Federica que era la más fea.
El Cito que era un gato lindo, pero cuando chico era arísco murió hace poco, envenenado creemos por que justo fue cuando tiraron veneno para los perros en la calle y como Cito tenía un hambre salvaje lo relacionamos con ese hecho y con el día que pasó y Cito que jamás había dejado de volver a casa, no volvió más y no lo vimos más. La Federica se la llevó el Chalo a la empresa en que trabaja y ahí hizo su nueva vida. Las nachas se quedaron en el patio sin ser gatas de la casa, pero si recibiendo siempre su comida.
Pero la Guatoncita y Negrito en invierno se quedaban dentro de casa y dormían en una silla con almohadón y salían por la mañana. Fueron creciendo rápido y cuando llegó nuevamente la Moni se quería llevar a la Guatoncita a Valparaíso. Finalmente no ocurrió y la guatoncita se me empezó a acercar cada vez más siempre se subía a mis piernas cuando yo miraba la tele en la noche y me demostraba mucho cariño, se sentía feliz. Y cuando yo me iba al computador también siempre llegaba y hacía lo que quería. Derrepente me pisaba las teclas y me cambiaba todo, pero finalmente se me iba a las piernas y ahí se quedaba feliz. Recuerdo una vez que yo había abierto una película de Tarzán y que se veía en un cuado chico en el computador ella se subió rapidamnete a ver si podia atrapar a los participantes. Y cuando yo imprimía ella miraba atentamente los ruidos y la hoja saliendo y se lanzaba, tenía que agarrarla para que no lo hiciera. Ella era una gatita moderna. (continúa).

2 comentarios:

Gabriel Sepúlveda dijo...

Estimado Lalo:
He leido tus escritos y me parecen muy buenos, ya que están tomados desde las vivencias personales, del afecto a los animales y la naturaleza en general, vistas por alguien que ha estudiado y maneja el tema de la agricultura. Me ha llamado la atención mi querido Primo Lalo tu dedicación y amor por tu gatito y te felicito por ello, recuerdo a mi tía Susana cuando me decía que ella quería a todos los amaban a los gatos. Te recuerdo en el tiempo con el Kazán, hermoso perro que acompañó tu infancia.
Bueno, sigo disfrutando de tus publicaciones y la exaltación por la Patagonia Chilena.
Saludos
Desde Valparaíso.

Jana Ojeda dijo...

Lalo

Es muy bueno tu relato sobre los gatos de la casa en la actualidad. Porque recordemos que hemos visto pasar generaciones completas de gatos. Yo no me olvido de mi querida Problemas que también murió atropellada. Pero al menos mi gata se las vivió todas antes de su trágico fin. Por me dio pena lo de la Colorina, porque era chiquita aún.
Pero al menos la gatita tuvo un hogar y además eligió libremente a su amo.
Jana